pues como les conté hace algún tiempo, me hice un blanqueamiento y una nueva filosofía de vida dental (la cual he cumplido exitosamente hasta ahora).
ya llevo tres sesiones de blanqueamiento, cada una seguida de una muy dolorosa jornada.
es distinto al blanqueamiento que me hice el 2009, donde me dejaron alrededor de una hora con el blanqueador bajo una lámpara. esta vez voy una vez por semana y me dejan bajo la lámpara menos de diez minutos, para que sea menos traumático para los dientes.
no sé si ya terminé, o este viernes me harán una cuarta y última sesión.
pero... no puedo evitar pensar que por doscientos mil pesos, esperaba harta más blancura. de hecho, más que la plata, en sí esperaba más blancura.
se supone que las sonrisas blancas como el papel no son naturales, sino que recubren los dientes con carillas de cerámica, cosa que no pretendo hacer anytime soon, pero creo que me obsesioné con el tema. ando examinando mi sonrisa unas treinta veces al día, la comparo con objetos blancos que encuentro en mi camino, y en todos los programas que veo en la tele, en vez de mirar a la cara a las personas, les miro sus dientes. y son todos blancos papel. y me molesta. ni siquiera son actores o figuras de la televisión, por ejemplo a las 19.30 veo un programa de clientas que se prueban vestidos de novia, y las malditas también tienen su sonrisa muy blanca!!
me molesta bastante, y la verdad es que no veo un gran cambio en el color de mis dientes, pero a estas alturas, no soy capaz de juzgarlo objetivamente. de todas formas tampoco le reclamaría a la dentista, odio reclamar, me hace sentir nerviosa y mal, y de todas formas sólo me podría ofrecer más sesiones que significan más dolor y resulta que hace poco me enteré que no es recomendable blanquearse antes de los veinticinco, y yo con sólo diecinueve llevo ya dos blanqueamientos.
sólo quiero sacarme la obsesión de la cabeza, sentir que tengo una linda sonrisa blanca y aceptar el hecho de que no importa si no es blanca papel... y poder usar labiales de colores fuertes y sentirme segura con ellos.
y, obvio, pasar a mi siguiente obsesión, quizá qué será...
ya llevo tres sesiones de blanqueamiento, cada una seguida de una muy dolorosa jornada.
es distinto al blanqueamiento que me hice el 2009, donde me dejaron alrededor de una hora con el blanqueador bajo una lámpara. esta vez voy una vez por semana y me dejan bajo la lámpara menos de diez minutos, para que sea menos traumático para los dientes.
no sé si ya terminé, o este viernes me harán una cuarta y última sesión.
pero... no puedo evitar pensar que por doscientos mil pesos, esperaba harta más blancura. de hecho, más que la plata, en sí esperaba más blancura.
se supone que las sonrisas blancas como el papel no son naturales, sino que recubren los dientes con carillas de cerámica, cosa que no pretendo hacer anytime soon, pero creo que me obsesioné con el tema. ando examinando mi sonrisa unas treinta veces al día, la comparo con objetos blancos que encuentro en mi camino, y en todos los programas que veo en la tele, en vez de mirar a la cara a las personas, les miro sus dientes. y son todos blancos papel. y me molesta. ni siquiera son actores o figuras de la televisión, por ejemplo a las 19.30 veo un programa de clientas que se prueban vestidos de novia, y las malditas también tienen su sonrisa muy blanca!!
me molesta bastante, y la verdad es que no veo un gran cambio en el color de mis dientes, pero a estas alturas, no soy capaz de juzgarlo objetivamente. de todas formas tampoco le reclamaría a la dentista, odio reclamar, me hace sentir nerviosa y mal, y de todas formas sólo me podría ofrecer más sesiones que significan más dolor y resulta que hace poco me enteré que no es recomendable blanquearse antes de los veinticinco, y yo con sólo diecinueve llevo ya dos blanqueamientos.
sólo quiero sacarme la obsesión de la cabeza, sentir que tengo una linda sonrisa blanca y aceptar el hecho de que no importa si no es blanca papel... y poder usar labiales de colores fuertes y sentirme segura con ellos.
y, obvio, pasar a mi siguiente obsesión, quizá qué será...
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