fui lo que creí; soy lo que está pasando




May 28, 2012

menta

Esta es la historia de mi menta. Yo la había encargado con meros propósitos alcohólicos, llámese, preparar mojitos. Por esas casualidades del destino, la junta a beber mojitos se postergó un par de semanas luego de que ya tuviera la menta. Durante ese tiempo, mi madre la tuvo en el jardín y la cuidó como al resto de las plantas.

Llegó el día de la junta, utilizamos sus hojas. La menta quedó en mi pieza desde entonces. Mi madre me preguntaba de vez en cuando si la había regado, a lo que yo mentía diciendo que sí. Un día me sentí culpable, así que le heché agua, a lo que la rencorosa respondió por todos esos días que no la había cuidado expulsando el agua por el (entonces no sabía) agujereado macetero, mojando las cosas que tenía a su alrededor. Malintencionada miembro del reino vegetal.

Pero decidí inconscientemente, quizá por flojera de bajarla nuevamente al jardín, quedármela. Ya entonces ni pensaba en los mojitos, lo cierto es que no paso el ron. Pero la menta, en un principio rencorosa, sorpresivamente creció muy rápido y frondosa, bonita.

Le compré un macetero que combinaba con la decoración de mi pieza, y que no tenía agujeros por debajo por donde me escupiera la malvada. La coloqué en un lugar donde llega sol, y la riego cuando creo que debo. ¿Por qué estoy escribiendo de mi menta? Será cursi, pero me hizo sentir especial el hecho de que prefiriera mis torpes e inexpertos cuidados, que toda la sabiduría herbal acumulada de mi madre.

1 comment:

FFL said...

está super linda awww <3
luego abusaremos mas de ella por ahora cuídala que se ve que esta bonita